Yo, o todo lo otro
Quisiera detener el mundo entre mis manos Abrazarlo, aquí, junto a mi pecho Mirarlo, detenerlo y observarlo Dejar que la sangre brote sin esfuerzo Quizás sea yo un hijo despistado Con la cabeza llena de palabras Y la ignorancia perdida del recuerdo. Hoy he vuelto la cabeza alborotada ¿llevaré razón con este intento? La vejez, ya marcha fatigada ¡que pena!, no haber aprovechado ese momento Retroceder ya es imposible Abandonar, ahora, ¡tan lejos! Perdóneme padre, ese despego Yo soy así, como el puente levadizo A veces dejo pasar el viento Otras, no me dejan los sentimientos Egoísta, esa es la palabra Amor a la vida, ¡que tormento! Sus raíces profundizan En mis miasmas, en mi sangre En mi savia de árbol caduco, inmenso. COTHUR